ilustración de Vesna Bukovec


¿Dónde están los perros en Ljubljana?

¿Dónde están los perros en Ljubljana?
¿Dónde están sus aullidos por la noche?
Uno, que responde a otro
en un lamento animal
que perturba el silencio.
¿Dónde están los perros en Ljubljana?
Apenas vi dos
que paseaba una señora por la plaza
y fue eso lo que me hizo pensar en su ausencia.
¿Dónde están los perros en Ljubljana?
¿Dónde sus ladridos para alertar?
Parece que nadie está alerta,
que se pasean por las calles
y yo soy alguien ajeno
a ellos.
Tan ajeno como los perros
que abandonaron Ljubljana.
Tal vez fueron reemplazados
por los conductores
que ceden el paso
aún cuando el semáforo marca rojo
y yo busque adelantarme al trote.

¿Dónde están los perros en Ljubljana?
Sólo encuentro un río
-un par de veces me dijeron su nombre
y no logro recordarlo-.
¿Es ese río el refugio de los perros eslovenos?
¿Flotan sobre el agua sus espíritus en dos patas?
¿Se hunden hasta el fondo en una jauría marina?
Nadan mis dudas sobre los perros por el río que atraviesa Ljubljana
y todo es silencio con sus quejas apagadas.

¿Dónde están los perros en Ljubljana?
Por la noche, sin dormir, a las dos de la madrugada
con la tormenta que me recibe
y baña mi insomnio de diferencia horaria,
sólo me queda revolverme bajo una frazada
con la duda presente pero que no llega a mostrarse,
sin los perros atemorizados por los truenos
¿Dónde están los perros en Ljubljana?
Tal vez ellos han sido los derrotados
en una guerra que ya tiene veinte años,
tal vez su silencio y su ausencia
sea una queja,
sea un homenaje.


Filosofska Fakulteta, 30/06/2014


En el reflejo de lo que vemos

Un haiku…largo y extenso, incompatible a todo haiku, inentendible y hermético, que no entiendan para qué se hizo
una banda de indie que se llame The last ten minutes of Pinedo’s presidence
un poeta genial, idolatrado, heroico, hincha de Chaca y empleado de un ministerio
una editorial independiente, antisistema, under, reventada y con subsidios del gobierno
una novela necesaria, esperada, espléndida, con un prosa fluida y sesenta páginas para ser premiadas
un gordo anarcopunk, skater, de más de treinta y que adore el anime
una familia bien nacida, patriótica, los domingos en cerveza y deudas por comprar la tele pantalla plana de tantas pulgadas que no entra en su casa
un gurú insolente, milagroso, que amplía las mentes, organiza orgías, reparte caramelos ácidos y anda en franciscanas, en su quinta de Beccar llena de seguidores iluminados
un poster gigantesco, a todo color, enmarcado de Mad max: The road warrior en el cuarto de un ingeniero civil fumón y new age
un contrato millonario, que produce cataratas de baba, fama, groupies, fiestas con merca entre jorobas de camellos por adaptar tu cuento largo a peli próximo éxito del verano

Un futuro soñado, en stereo, con vida útil contada y una realidad de pedos de colores

un poema, ni siquiera eso, un verso, un verso sin exhibicionismo que sea el último refugio


| sobre el autor |

Arraigada, Pablo

Nació en San José, Entre Ríos, en 1985. Intento de ensayista, se siente raro cuando lo definen poeta y sufre mucho para terminar sus cuentos. Licenciado en Letras (UBA), ha participado en antologías de poesías y narrativa breve.  Es co-editor de A pasitos del fin de este mundo. 

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